Divorcio

Una mujer, sin experiencia profesional y dedicada durante 37 años al cuidado del hogar y familia, interpuso demanda de divorcio contencioso contra su marido. En instancia se estableció una pensión compensatoria y un uso alternativo anual de la vivienda familiar.

El Tribunal Supremo estimó en parte el recurso de la esposa, declarando que:

a) La pensión compensatoria debe elevarse, compensando el desequilibrio económico sufrido por la esposa en el momento del divorcio -sin que ello signifique paridad ni derecho de nivelación o indiscriminada igualación-, teniendo en cuenta su situación de vulnerable económicamente, dada su elevada edad, carencia de experiencia profesional y ausencia de recursos propios.

b) El uso de la vivienda familiar debe atribuirse a la esposa ya que es el interés más necesitado de protección, atendidas las circunstancias del caso, ya que su situación económica, personal y familiar es precaria (no dispone de otra vivienda, no cuenta con ingresos propios, sus posibilidades de acceso al mercado laboral, dada su edad y carencia de experiencia, están muy limitadas, y en la vivienda, en la que ha residido desde que contrajo matrimonio, convive con uno de sus hijos mayores y con su madre, que es una persona muy mayor y dependiente) y la del recurrido no (dispone de otras residencias, trabaja como funcionario, y sus ingresos netos mensuales son de cerca de 4.000 euros mensuales).

 

 

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